Hola, soy tú. Si me pierdo encuéntrate por favor, cuando te veas abrázame y dinos que fue un sueño aunque yo sepa que no lo fue. Si no regreso, ve por tí, quizás me perdí. Escrito que me mantiene presente. Nos encontraremos pronto, ya sea en cuatro minutos o cinco después de la batalla.
Gracias por ayudarme en este momento sin siquiera estar presente en el mismo lugar.
En nuestra vida, aún cuando un episodio resulte ser una mentada de madre en tus emociones, siempre hay otro episodio esperándonos, y luego otro y así. Siempre hay oportunidades de hacerlo bien, de vivir la vida de modo en que queramos vivirla; y aunque a veces parezca que cuando no estamos de humor nuestro cuerpo libera un tipo de sustancia química que atraen situaciones que te cagan la paz, no hay que perder el tiempo odiando el fracaso; el fracaso es mejor maestro que el éxito. Escucha, aprende y sigue adelante.
