Soy exceso de un pasado semi-permanente que ha estado en constante aparición.
Soy exceso de un futuro en forma de incógnita transformado y disfrazado, descubierto por el sistema nervioso y difamado en letras.
Y, el presente, se torna demasiado evolutivo de tal manera que me dificulta concentrarme en lo que soy ya que nunca soy la misma.
Poseedora de mil fantasmas y un sólo cuerpo físico. A veces soy nini, ni me entienden ni me enitendo, he ahí el dilema de mi crisis pero no pretendo ser clara, sino Lorena. Mi nombre es Luisa y soy hija única ¿tiene algo de importancia esto para usted?
jueves, 17 de agosto de 2017
domingo, 13 de agosto de 2017
Intervalo
Cuando algo no me gusta de mí, me esfuerzo por cambiarlo, volviendo el esfuerzo constante sin efectividad en un detonante de mi fatiga emocional.
Cuando me canso de la lucha, intento otras formas de hacerlo, pero luego pienso en el poder de la constancia y la creación de nuevos hábitos, me revuelvo y no sé qué hacer.. si continuar, buscar nuevas formas o aceptarlo.
Y a veces termino aceptándome porque hay cosas que por más que no me gusten de mí, son las únicas en ese momento que me hacen sentir mejor al realizarlas a corto plazo y la omisión de esto por un periodo largo de tiempo, hace más reconfortante mi experiencia de acudir a ello, a pesar de tener que soportar el efecto a largo plazo (motivador suficiente para querer cambiar lo que sea que quiera cambiar), lo cual refuerza mis dudas y hace que me maree.
Es como ser adicta a mis propios patrones de conducta. Es abrumador.
Y luego, después de una conversación al exponer esa idea, tengo nuevas cosas qué pensar.
Cuando me canso de la lucha, intento otras formas de hacerlo, pero luego pienso en el poder de la constancia y la creación de nuevos hábitos, me revuelvo y no sé qué hacer.. si continuar, buscar nuevas formas o aceptarlo.
Y a veces termino aceptándome porque hay cosas que por más que no me gusten de mí, son las únicas en ese momento que me hacen sentir mejor al realizarlas a corto plazo y la omisión de esto por un periodo largo de tiempo, hace más reconfortante mi experiencia de acudir a ello, a pesar de tener que soportar el efecto a largo plazo (motivador suficiente para querer cambiar lo que sea que quiera cambiar), lo cual refuerza mis dudas y hace que me maree.
Es como ser adicta a mis propios patrones de conducta. Es abrumador.
Y luego, después de una conversación al exponer esa idea, tengo nuevas cosas qué pensar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)